sábado, 28 de febrero de 2009

Un minuto.

La vida se me escapa de las manos. No veo un minuto como sesenta segundos, aunque mi fe está ahí.


mismo día, mismo sueño

lunes, 23 de febrero de 2009

A la deriva...

Estoy más lejos de mí mismo que de costumbre, navego mar a la deriva, contemplando un cielo abrupto y azulado que se abre ante mí como una madre que cobija.
No hallo esquina alguna o templo donde perder mi cuerpo triste. No encuentro un rincón donde guarecerme y sigo a la deriva...cayendo sin saberlo en un mar cada vez menos en calma, navegando sin pensarlo al fondo de mis mayores miedos.

Me lanzaré al fondo del abismo, hundiéndome en un mar cada vez más oscuro, en este mar que rodea mi cuerpo, me siento mar y cuerpo...mis ojos dejarán de serlo, serán ciegos hasta que mi corazón estalle en silencio.

Soy un barco a la deriva, una persona sin esencia camino de la perdición más próxima, la de uno mismo frente a su espejo.


J.

viernes, 13 de febrero de 2009

Un niño que corre...


Cuando se siente un vacío ante la vida, ni las palabras ni los gestos sirven de mucho en la desdicha. Cuando uno se enfrenta solo ante la vida, nuestras manos sangran a borbotones de la lucha.
Cuando una sonrisa vacía exclama, calmada y triste que no importa el dolor o la sangre derramada, sino los días que pasan y las noches que vuelan, uno siente ante la vida un desprecio cariñoso, que la hace fraternal al deseo imperioso de amarla pese al odio.
Y yo tranquilo y triste, pretendo tumbarme y dormir al fondo de un muro blanco, escondido de las palabras, agarrado a un libro. No esperando nada, sino creyendo que soy dueño de ese silencio y que cerrando los ojos los males externos se saciaran de los pensamientos débiles.

Yo afronto la noche, esta noche, como un niño afronta crecer, con ignorancia hasta el fin, con inocencia incrédula y con un desenfrenado alivio de volver a creer en algo.


Un niño que corre...


J.

jueves, 12 de febrero de 2009

Hacia Barcelona



mismo día, mismo sueño