Estoy más lejos de mí mismo que de costumbre, navego mar a la deriva, contemplando un cielo abrupto y azulado que se abre ante mí como una madre que cobija.
No hallo esquina alguna o templo donde perder mi cuerpo triste. No encuentro un rincón donde guarecerme y sigo a la deriva...cayendo sin saberlo en un mar cada vez menos en calma, navegando sin pensarlo al fondo de mis mayores miedos.
Me lanzaré al fondo del abismo, hundiéndome en un mar cada vez más oscuro, en este mar que rodea mi cuerpo, me siento mar y cuerpo...mis ojos dejarán de serlo, serán ciegos hasta que mi corazón estalle en silencio.
Soy un barco a la deriva, una persona sin esencia camino de la perdición más próxima, la de uno mismo frente a su espejo.
J.
No hay comentarios:
Publicar un comentario