jueves, 27 de noviembre de 2008

...

Contemplo como el mar en calma entra en cólera,
y como las columnas de la tierra la dejan caer en paz...
El sustento es saber que cae al infinito,
la vida en sí misma dejará de existir.

Oigo los lamentos que gritan en mi subconsciente,
y me permito un momento de calma,
pensando que todo acabará.
Desgastada está, ésta mi alma rota,
que suspendida entre los hilos vuela adherida al viento que la empuja...

Hay algo que tengo claro,
que no he venido a este mundo para que nadie sufra por mi desdicha,
ni por mi ausencia en la vida,
vengo para reivindicar el derecho a la duda,
y para creer que en mí, puedo hallar el camino de vuelta.


J.

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