lunes, 17 de noviembre de 2008

Melancolía

Aunque la melancolía vuelva, hay algo que me entristece aún más...es el dolor común de cada día, no es mi dolor, es el de mi semejante. !!Qué incierta es la verdad!! se transforma y moldea para golpear cada vez con más dureza...¿creer en algo...? !jamás! estoy harto de la vulnerabilidad, ¿pensar que está? !nunca¡, pues cada pensamiento se clava como un alfiler a punto de estallar y así recreándose en la aspereza de cada instante, brota un jugo, es mi sangre, es mi odio que está apunto de matar a la nimiedad y al pasado inocuo, es más que tristeza, es un algo irreparable...es el ojo y la lágrima de mi padre.
Odio la vida por encima de todo, odio al mundo por encima de la vida....el odio es mi único camino, mi soledad es mi mayor necesidad para separarme de lo que me daña, mi esperanza de nada hacia la virginidad de los sentimientos más puros, yo mismo frente a mí mismo, es demasía, es mi mayor logro...es el final de un algo.

La vida es principio y fin, la muerte no; tan sólo es fin, y yo estoy muerto, la vida es quien me ha asesinado...el hombre es el que se revive inútilmente. Yo no quiero sentirme inútil, sólo ver que la vida se arrodilla frente al dolor de mi padre, y pedir disculpas por cometer el mayor pecado, hacer daño a un hombre inocente.

J.

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