Pienso en tí como algo olvidado, como algo que no puedo alcanzar. Pero, sin embargo, estás ahí.
Pienso en tí como el más oscuro camino, como el más peligroso de mi mundo. Pero, sin embargo, voy hacia tí.
Pienso en tí como el ladrón de almas, como el asesino de mis sueños. Pero, sin embargo, no me preocupa.
Eres tú el que me acompaña; el que me da fuerzas; el que me domina.
Al estar tan lejos, siento la soledad. Mas tengo la ilusión de volver algún día y empaparme de tí.
mismo día, mismo sueño
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